En el ámbito de la energía eléctrica, es fundamental conocer ciertos conceptos técnicos que facilitan la comprensión de cómo llega la electricidad a los hogares y edificios. Uno de estos términos es acometida, un elemento clave en la conexión entre la red eléctrica general y el usuario final. A continuación, exploraremos en profundidad qué es una acometida en electricidad, su estructura, tipos, funciones y otros aspectos relacionados.
¿Qué es una acometida en electricidad?
Una acometida en electricidad es el tramo de instalación que conecta la red eléctrica general (propiedad de la compañía distribuidora) con la instalación eléctrica interior de una vivienda, edificio o local. Es decir, es el enlace físico entre la infraestructura de distribución y el usuario final. Este elemento permite que la electricidad sea suministrada de manera segura y controlada.
La acometida puede estar compuesta por cables aéreos o subterráneos, dependiendo del tipo de red y las normativas de la zona. En cualquier caso, su diseño y construcción deben cumplir con las normas técnicas y de seguridad establecidas, para garantizar la eficiencia y la protección tanto de los usuarios como del sistema eléctrico.
Un dato interesante es que, en el pasado, las acometidas solían ser exclusivamente aéreas, con cables que colgaban de postes de madera. Hoy en día, muchas ciudades han migrado a acometidas subterráneas, especialmente en zonas urbanas, para mejorar la estética y reducir los riesgos asociados a las tormentas o accidentes.
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La conexión eléctrica entre la red y el usuario
La acometida es el puente que establece la comunicación eléctrica entre dos mundos: la red de distribución, que es de titularidad del operador eléctrico, y la instalación interna del usuario, que está bajo su responsabilidad. Este tramo es fundamental para garantizar que la electricidad llegue a los puntos de consumo con los parámetros adecuados de tensión y corriente.
Este enlace no solo transmite la energía, sino que también incluye dispositivos de protección, como el interruptor general automático (IGA), que se encarga de cortar la corriente en caso de sobrecargas o cortocircuitos. Además, la acometida suele incluir un medidor de energía, que permite registrar el consumo del usuario y facilitar la facturación.
En muchos casos, la acometida también incluye un cajetín o caja de derivación, donde se realizan las conexiones finales entre la red y la instalación del usuario. Estos elementos deben ser revisados periódicamente para garantizar su buen funcionamiento.
La acometida en la infraestructura eléctrica urbana
En las grandes ciudades, las acometidas suelen estar integradas en un sistema más complejo que involucra redes de distribución, subestaciones y transformadores. En este contexto, la acometida no solo conecta el usuario a la red, sino que también forma parte de una red de distribución secundaria que opera a tensiones más bajas, típicamente 230 V o 400 V, dependiendo del tipo de instalación.
El diseño de las acometidas urbanas debe considerar factores como la densidad de población, la capacidad de las redes existentes y las posibles ampliaciones futuras. En este sentido, es común que las acometidas subterráneas se diseñen con una mayor capacidad de expansión, mientras que las aéreas suelen ser más económicas de instalar pero menos versátiles.
Ejemplos de acometidas en diferentes tipos de edificios
Las acometidas pueden variar según el tipo de edificio al que se conectan. A continuación, se presentan algunos ejemplos:
- Viviendas unifamiliares: En este tipo de edificios, la acometida suele ser sencilla y aérea, con un cable que conecta directamente el poste de la red con el cajetín del usuario. En algunas zonas, se utilizan acometidas subterráneas para evitar cables visibles.
- Edificios de viviendas múltiples: En este caso, la acometida puede ser colectiva, alimentando a múltiples viviendas a través de un cajetín de derivación central. Esto permite una distribución más eficiente de la energía y una gestión más sencilla del suministro.
- Locales comerciales e industriales: Estos tipos de instalaciones suelen requerir acometidas con mayor capacidad, ya que los consumos son más elevados. En algunos casos, se instalan acometidas trifásicas para soportar equipos de mayor potencia.
El concepto de acometida en la red eléctrica
El concepto de acometida se enmarca dentro de la estructura de la red eléctrica, que se divide en tres grandes etapas: generación, transporte y distribución. Mientras que la generación se encarga de producir la energía eléctrica, y el transporte la lleva a grandes distancias a través de líneas de alta tensión, la distribución se encarga de entregar la energía a los usuarios finales. Es en esta última etapa donde entra en juego la acometida.
La acometida, por tanto, forma parte de la red de distribución y actúa como el último eslabón entre la red y el usuario. Su correcto diseño y mantenimiento son esenciales para garantizar que la energía llegue a los puntos de consumo con los parámetros adecuados. Además, debe cumplir con las normativas de seguridad eléctrica vigentes, como la ITC-BT-14 en España.
Tipos de acometidas según su instalación
Existen dos tipos principales de acometidas según su forma de instalación:
- Acometidas aéreas: Son las más comunes en zonas rurales y suburbanas. Se instalan mediante cables que van desde un poste de red hasta el edificio del usuario. Son económicas de instalar, pero pueden ser afectadas por condiciones climáticas extremas.
- Acometidas subterráneas: Se utilizan con frecuencia en zonas urbanas. Los cables se entierran en el suelo, lo que mejora la estética y reduce los riesgos asociados a los elementos climáticos. Sin embargo, su instalación es más costosa.
Además, se pueden clasificar según el número de fases:
- Monofásicas: Usadas en viviendas y locales de bajo consumo.
- Trifásicas: Requeridas en instalaciones industriales o comerciales con altos consumos.
La acometida en el proceso de suministro eléctrico
El proceso de suministro eléctrico implica una serie de pasos desde la generación hasta el consumo final, y la acometida desempeña un papel fundamental en este proceso. Inicialmente, la energía es generada en centrales eléctricas, luego es transportada a través de redes de alta tensión y, finalmente, es distribuida a los usuarios mediante redes de media y baja tensión.
Cuando la energía llega a la proximidad del usuario, la acometida se encarga de entregarla a la instalación interna. Este tramo es crucial porque cualquier fallo en la acometida puede afectar al suministro de energía del usuario. Por ello, es importante que la acometida esté diseñada correctamente, con materiales adecuados y dispositivos de protección.
Otro aspecto a tener en cuenta es que, en muchos casos, la acometida es de titularidad del usuario, lo que implica que es su responsabilidad mantenerla en buen estado. Esto incluye realizar revisiones periódicas, reemplazar componentes desgastados y garantizar que se cumplan las normativas vigentes.
¿Para qué sirve una acometida en electricidad?
La acometida sirve principalmente para conectar de manera segura y eficiente la red eléctrica general con la instalación interior del usuario. Este enlace permite que la energía eléctrica llegue a los puntos de consumo, como luces, electrodomésticos, sistemas de climatización, etc., con los parámetros adecuados de voltaje y corriente.
Además de su función principal de suministro, la acometida también incluye elementos de protección que garantizan la seguridad del usuario. Por ejemplo, el interruptor general automático (IGA) protege la instalación contra sobrecargas o cortocircuitos, evitando daños al edificio y posibles riesgos de incendio.
En ciertos casos, la acometida también permite la instalación de dispositivos de medición, como el contador de electricidad, que registra el consumo del usuario y facilita la facturación por parte de la compañía eléctrica. Por esta razón, es esencial que la acometida esté correctamente instalada y mantenga su funcionalidad en todo momento.
Características de una conexión eléctrica
Una conexión eléctrica, como la acometida, debe cumplir con ciertas características técnicas y normativas para garantizar su eficacia y seguridad. Algunas de estas características incluyen:
- Capacidad de conducción adecuada: Los conductores deben ser capaces de soportar la corriente necesaria sin sobrecalentarse.
- Protección contra sobretensiones: La acometida debe incluir dispositivos que eviten daños por picos de tensión.
- Resistencia a condiciones ambientales: Los materiales deben ser resistentes a la humedad, el calor y otros factores externos.
- Cumplimiento de normativas: Debe seguir las normas técnicas establecidas, como la ITC-BT-14 en España, que regulan la instalación de acometidas.
Además, la conexión debe ser fácil de mantener y revisar, lo que facilita la detección de posibles fallos y la realización de reparaciones. En instalaciones industriales o comerciales, estas características son aún más críticas debido a los altos volúmenes de energía que manejan.
La acometida y la seguridad en instalaciones eléctricas
La seguridad es un factor fundamental en cualquier instalación eléctrica, y la acometida no es una excepción. Este tramo de red debe diseñarse y mantenerse con el objetivo de evitar riesgos para el usuario y para el sistema eléctrico en general. Algunos de los elementos de seguridad más importantes incluyen:
- Interruptor general automático (IGA): Protege la instalación contra sobrecargas y cortocircuitos.
- Puesta a tierra: Garantiza que cualquier fuga de corriente sea desviada al suelo, evitando riesgos de electrocución.
- Cableado adecuado: Los materiales deben ser resistentes al calor, a la humedad y a otros factores ambientales.
Además, es recomendable realizar revisiones periódicas de la acometida para detectar posibles daños o desgastes. En muchos casos, estas revisiones son obligatorias según las normativas de seguridad eléctrica vigentes. También es importante contar con un seguro que cubra posibles daños en la acometida, especialmente en edificios de alto valor o en instalaciones industriales.
El significado de la acometida en electricidad
La acometida es un concepto clave en el ámbito de la electricidad, ya que representa el enlace entre la red de distribución y el usuario final. Este término proviene del verbo acometer, que significa acercarse o unirse a algo. En este contexto, la acometida es el punto de unión entre dos sistemas: la red eléctrica general y la instalación interna del usuario.
Desde el punto de vista técnico, la acometida define el tramo de red que se encarga de entregar la energía eléctrica al usuario de manera segura y eficiente. Este tramo incluye cables, cajetines, interruptores y otros elementos que garantizan el correcto funcionamiento del suministro.
En resumen, la acometida no solo es un término técnico, sino también una representación física de la conexión entre la infraestructura eléctrica y el consumo final. Su importancia radica en que, sin una acometida adecuada, no sería posible garantizar el suministro eléctrico en los hogares, edificios y empresas.
¿Cuál es el origen del término acometida?
El término acometida proviene del verbo acometer, que en el ámbito de la ingeniería eléctrica se utiliza para describir el acto de establecer una conexión entre dos puntos. Este uso técnico se ha extendido a lo largo del tiempo para referirse específicamente al tramo de red que conecta la red eléctrica general con el usuario final.
En el contexto histórico, el término ha evolucionado junto con la evolución de las redes eléctricas. En las primeras etapas del suministro eléctrico, las acometidas eran simples conexiones aéreas, mientras que hoy en día se diseñan con materiales y técnicas más avanzadas, permitiendo mayor seguridad y eficiencia.
El uso del término acometida se ha estandarizado en normativas técnicas como la ITC-BT-14 en España, que define las características, instalación y mantenimiento de estas conexiones. Esta estandarización ha facilitado la comprensión y aplicación del término en todo el sector eléctrico.
La conexión eléctrica entre red y usuario
La conexión eléctrica entre la red y el usuario es un proceso complejo que involucra múltiples componentes y normativas. La acometida es el elemento principal de esta conexión, y su correcta instalación es esencial para garantizar el suministro eléctrico seguro y eficiente. Este enlace no solo transmite la energía, sino que también incluye dispositivos de protección, medición y distribución.
En este proceso, la red eléctrica general, que es propiedad del operador eléctrico, entrega la energía a la acometida, que a su vez la transmite a la instalación interna del usuario. Esta transmisión debe realizarse con los parámetros adecuados de tensión y corriente, para garantizar el correcto funcionamiento de los equipos conectados.
Además, es importante que la conexión esté diseñada con materiales de calidad y que se realicen revisiones periódicas para detectar posibles fallos o desgastes. En instalaciones industriales o comerciales, donde los consumos son más elevados, es aún más crítico garantizar que la conexión esté en perfectas condiciones.
¿Cómo se instala una acometida?
La instalación de una acometida implica varios pasos técnicos que deben seguirse con precisión para garantizar su correcto funcionamiento. En primer lugar, se realiza un estudio técnico para determinar el tipo de acometida más adecuado según las características del edificio y el volumen de consumo esperado. Una vez que se elige entre una acometida aérea o subterránea, se procede con la instalación física.
El proceso de instalación incluye:
- Preparación del terreno: En el caso de acometidas subterráneas, se debe cavar una zanja y preparar el suelo para la colocación de los cables.
- Instalación de los conductores: Los cables se colocan según las normativas técnicas, asegurando una correcta tensión y protección contra daños externos.
- Conexión a la red: Los cables se conectan a la red eléctrica general, siguiendo las especificaciones del operador.
- Conexión a la instalación interna: Los conductores se unen al cajetín de derivación o al medidor de energía.
- Instalación de elementos de protección: Se colocan interruptores automáticos, puestas a tierra y otros dispositivos de seguridad.
Una vez instalada, la acometida debe ser inspeccionada por un técnico autorizado para garantizar que cumple con todas las normativas vigentes. Esto es especialmente importante en edificios nuevos o en instalaciones que se modernizan.
¿Cómo usar una acometida y ejemplos de uso?
El uso de una acometida está directamente relacionado con la forma en que se recibe y distribuye la energía eléctrica en una vivienda o edificio. Para que la acometida funcione correctamente, debe estar integrada en una instalación eléctrica bien diseñada, que incluya los siguientes elementos:
- Cableado adecuado: Los cables deben ser del grosor y tipo apropiados según el consumo esperado.
- Dispositivos de protección: Como el IGA, que corta la corriente en caso de sobrecargas.
- Medidor de energía: Para registrar el consumo del usuario.
- Cajetín de derivación: Donde se realizan las conexiones finales.
Un ejemplo de uso práctico es una vivienda unifamiliar conectada a la red mediante una acometida aérea. En este caso, los cables llegan desde un poste de la red, pasan por un cajetín de derivación y se conectan al medidor de energía. Desde allí, la energía es distribuida a través de los circuitos interiores de la vivienda, permitiendo el funcionamiento de todos los electrodomésticos y luces.
Otro ejemplo es un edificio de apartamentos con una acometida colectiva. En este caso, la acometida alimenta a todos los apartamentos a través de un cajetín central, desde el cual se distribuye la energía a cada unidad mediante circuitos individuales.
La acometida en instalaciones eléctricas industriales
En las instalaciones industriales, la acometida juega un papel aún más crítico debido al alto volumen de energía requerido. Estas instalaciones suelen necesitar acometidas trifásicas, ya que los equipos industriales operan con corrientes más elevadas y con mayor variabilidad en el consumo.
Algunos aspectos clave en las acometidas industriales incluyen:
- Mayor capacidad de conducción: Los cables deben ser de mayor sección para soportar corrientes elevadas.
- Sistemas de protección avanzados: Como relés diferenciales, que detectan fugas de corriente y cortan el suministro en caso de fallo.
- Sistemas de medición especializados: Que permiten registrar el consumo con mayor precisión, especialmente en instalaciones con múltiples puntos de consumo.
- Diseño resistente a condiciones extremas: Los materiales deben soportar vibraciones, cambios de temperatura y otros factores adversos.
En este tipo de instalaciones, es fundamental contar con un diseño eléctrico profesional que garantice la seguridad y la eficiencia del suministro. Además, las acometidas industriales suelen estar sujeto a revisiones más frecuentes debido a la intensidad del uso y los posibles riesgos asociados.
La acometida y su impacto en el suministro eléctrico
La acometida tiene un impacto directo en la calidad y estabilidad del suministro eléctrico. Un diseño deficiente o una mala instalación pueden provocar interrupciones en el servicio, daños a los equipos conectados o incluso riesgos de seguridad para los usuarios. Por ello, es fundamental que la acometida cumpla con las normativas técnicas y que se mantenga en buen estado.
Además, la acometida también influye en la facturación eléctrica. Un medidor mal calibrado o una conexión inadecuada pueden generar errores en la medición del consumo, lo que puede llevar a facturaciones incorrectas. Por esta razón, es recomendable realizar revisiones periódicas de la acometida y de los dispositivos asociados.
En el contexto de la transición energética, las acometidas también están evolucionando para adaptarse a nuevas tecnologías, como los sistemas de generación fotovoltaica o de almacenamiento de energía. En estos casos, la acometida puede funcionar como un punto de conexión bidireccional, permitiendo que el excedente de energía producido por el usuario sea devuelto a la red.
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