Qué es el neoliberalismo según Viviane Forrester

Qué es el neoliberalismo según Viviane Forrester

El neoliberalismo es un modelo económico y político que ha tenido un impacto profundo en la organización de la sociedad moderna. Viviane Forrester, filósofa francesa y crítica del pensamiento económico dominante, lo aborda desde una perspectiva que va más allá de los cánones tradicionales. En este artículo exploraremos, con profundidad y desde múltiples ángulos, qué es el neoliberalismo según Viviane Forrester, cómo lo interpreta, y cuáles son sus implicaciones en la vida social, cultural y económica. A través de este análisis, comprenderemos mejor su visión crítica de un sistema que, según ella, no solo transforma la economía, sino también la forma en que entendemos la humanidad.

¿Qué es el neoliberalismo según Viviane Forrester?

Viviane Forrester define el neoliberalismo como una forma de gobierno que convierte la vida social en un mercado, donde todo se reduce al valor de cambio. No se trata solo de una política económica, sino de un proyecto político que busca organizar la vida pública bajo los principios del mercado. Para Forrester, esta lógica neoliberal no solo afecta al ámbito económico, sino que también invade las esferas de la educación, la salud, la cultura y hasta las relaciones personales, imponiendo una racionalidad utilitaria que prioriza el beneficio individual sobre el colectivo.

Forrester argumenta que el neoliberalismo no es un fenómeno reciente, pero ha ganado fuerza desde los años 70, cuando los gobiernos de Margaret Thatcher y Ronald Reagan comenzaron a implementar políticas de desregulación, privatización y reducción del Estado. Esta visión no solo transformó las economías, sino que también redefinió el rol del individuo, convirtiéndolo en un consumidor-citoyen, cuyo valor depende de su productividad y capacidad para competir en el mercado laboral.

Según Forrester, el neoliberalismo no solo es un sistema económico, sino también un proyecto ideológico que promueve una visión del hombre como ser racional y económico, cuyo único propósito es maximizar su beneficio. Esta visión, a su juicio, es profundamente antihumana, ya que reduce la complejidad de la existencia humana a una simple ecuación de costos y beneficios.

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La visión crítica de Forrester sobre la globalización neoliberal

Viviane Forrester analiza cómo el neoliberalismo ha trascendido las fronteras nacionales para convertirse en un modelo global. Este proceso de globalización neoliberal no se limita al comercio o la inversión, sino que se extiende a la cultura, la educación y el derecho. El mercado, según Forrester, se convierte en el único referente legítimo para organizar la sociedad, desplazando a otros principios como la justicia social, la igualdad o el bien común.

La filósofa francesa también señala cómo el neoliberalismo ha generado una creciente desigualdad. Mientras unos pocos se enriquecen, la mayoría enfrenta una precarización de sus condiciones laborales, la pérdida de derechos sociales y la desaparición de empleos seguros. Forrester critica que esta desigualdad no solo es económica, sino también cultural y simbólica: los que no pueden competir en el mercado son marginados no solo materialmente, sino también en el reconocimiento social.

Además, Forrester advierte sobre la creciente desconfianza en las instituciones públicas y en la política como forma de organización colectiva. En su opinión, el neoliberalismo promueve una visión individualista de la sociedad, donde el Estado se limita a garantizar la protección del mercado y donde la participación ciudadana se reduce a la elección entre candidatos que representan la misma lógica neoliberal.

El neoliberalismo y el fin del concepto de ciudadanía

Un aspecto menos conocido de la crítica de Forrester es su análisis sobre cómo el neoliberalismo redefine la noción de ciudadanía. Tradicionalmente, la ciudadanía implicaba derechos y obligaciones compartidos por todos los miembros de una comunidad política. Sin embargo, bajo el modelo neoliberal, la ciudadanía se reduce a una categoría funcional: solo aquellos que pueden contribuir al mercado tienen un lugar legítimo en la sociedad.

Forrester señala que este enfoque no solo excluye a quienes no pueden competir, sino que también normaliza una lógica de exclusión. Los no productivos, los desempleados, los ancianos, las personas con discapacidad o las migrantes son percibidos como una carga, en lugar de como miembros esenciales de la sociedad. Esta visión, a su juicio, socava los fundamentos mismos de la democracia, donde la participación y el reconocimiento deben ser universales.

Este cambio en la concepción de la ciudadanía también tiene implicaciones éticas. La visión neoliberal, según Forrester, promueve una moral del éxito individual y la competencia, donde la solidaridad y la reciprocidad pierden su lugar. El resultado es una sociedad polarizada, donde la desigualdad no solo se acepta, sino que se naturaliza.

Ejemplos de cómo el neoliberalismo afecta a la sociedad según Forrester

Para entender mejor la visión de Forrester, podemos analizar algunos ejemplos concretos de cómo el neoliberalismo transforma diferentes aspectos de la vida social:

  • Educación: La educación se convierte en un bien de mercado, donde el mérito y la competencia son los únicos criterios de éxito. Las universidades se financian cada vez más a través de cuotas, y los estudiantes se ven obligados a endeudarse para acceder a una formación que, según Forrester, debería ser un derecho universal.
  • Salud: El acceso a la salud pública se privatiza, y los servicios se restringen a quienes pueden pagar. Esto crea una doble moral: mientras los ricos tienen acceso a una atención de calidad, los más pobres dependen de sistemas precarios o incluso inaccesibles.
  • Trabajo: El empleo se vuelve precario, con contratos a corto plazo y una falta de protección laboral. Forrester denuncia cómo este modelo de trabajo no solo afecta la estabilidad económica, sino también la identidad personal, ya que el trabajo ya no es una fuente de sentido, sino simplemente un medio para sobrevivir.

Estos ejemplos muestran cómo el neoliberalismo no solo afecta la economía, sino también la forma en que las personas perciben su lugar en la sociedad. Para Forrester, este modelo no es sostenible ni justificable éticamente, y sus efectos son cada vez más visibles en el aumento de la desigualdad y la desesperanza.

El neoliberalismo como proyecto de dominación simbólica

Viviane Forrester no solo analiza el neoliberalismo desde un punto de vista económico o político, sino también simbólico. Para ella, el neoliberalismo es un proyecto que busca dominar no solo las estructuras sociales, sino también la imaginación colectiva. Impone una visión del mundo donde el mercado es el único criterio legítimo para juzgar el valor de las cosas y las personas.

Este proyecto simbólico tiene consecuencias profundas: se normaliza la idea de que el individuo es responsable de su propia suerte, ignorando las estructuras sociales que limitan sus opciones. Forrester critica esta visión, que convierte a las personas en responsables de su situación, incluso cuando las condiciones estructurales (como la crisis, la desindustrialización o la desregulación) son las verdaderas responsables de sus desventajas.

Además, Forrester señala cómo el neoliberalismo promueve una cultura del consumismo y la competitividad, donde el éxito se mide por el estatus material. Esta cultura, según ella, no solo corrompe los valores sociales, sino que también erosiona la capacidad de los individuos para pensar colectivamente y actuar en interés común.

Críticas del neoliberalismo según Forrester: una recopilación

A lo largo de su obra, Viviane Forrester ha desarrollado una serie de críticas al neoliberalismo, que se pueden resumir en los siguientes puntos:

  • Reducción de la vida social al mercado: El neoliberalismo convierte todo en un intercambio económico, ignorando las dimensiones éticas, culturales y afectivas de la vida humana.
  • Desigualdad creciente: La lógica del mercado no compensa las desigualdades iniciales, sino que las amplifica, generando una concentración de poder y riqueza en manos de unos pocos.
  • Precarización de la vida laboral: Los trabajadores pierden seguridad, derechos y estabilidad, lo que afecta no solo a su bienestar económico, sino también a su calidad de vida.
  • Corrupción de los valores democráticos: La política se reduce a un espectáculo electoral, donde los partidos compiten por captar la atención de los votantes, en lugar de proponer soluciones reales a los problemas sociales.
  • Exclusión y marginación: Quienes no pueden competir en el mercado son excluidos de la vida pública y social, lo que lleva a una fractura en la cohesión social.

Estas críticas, según Forrester, no son solo teóricas: tienen consecuencias reales en la vida de las personas y en la salud de la sociedad como un todo.

El neoliberalismo y la crisis de la democracia

El neoliberalismo, según Viviane Forrester, no solo afecta la economía, sino también la democracia. La filósofa francesa argumenta que la democracia moderna se basa en la participación ciudadana, en la igualdad de derechos y en la capacidad de los ciudadanos para influir en la toma de decisiones. Sin embargo, bajo el modelo neoliberal, la democracia se ve amenazada por la creciente desigualdad y la creciente desconfianza en las instituciones.

En primer lugar, la desigualdad económica genera una desigualdad de poder. Los ricos no solo tienen más recursos, sino también más influencia en la política. Las campañas electorales, los think tanks y las redes de contactos aseguran que los intereses de las élites económicas prevalezcan sobre los intereses de la mayoría.

En segundo lugar, Forrester señala que la lógica neoliberal promueve una visión individualista de la política, donde el ciudadano se convierte en un consumidor que elige entre opciones que, en última instancia, reflejan la misma lógica de mercado. Esta visión reduce la política a una simple elección, en lugar de un espacio para el debate, la participación y la transformación colectiva.

¿Para qué sirve el neoliberalismo según Viviane Forrester?

Según Forrester, el neoliberalismo no tiene un propósito ético o social, sino un propósito político: mantener el poder de las élites económicas. El neoliberalismo sirve para perpetuar un sistema en el que los privilegios de unos pocos no se cuestionan, mientras que las dificultades de la mayoría se atribuyen a su falta de mérito o de esfuerzo. Este sistema, a su juicio, no resuelve los problemas sociales, sino que los naturaliza.

Por ejemplo, el neoliberalismo justifica la precariedad laboral como una forma de adaptación a los cambios del mercado, ignorando que muchas personas no tienen alternativas. También justifica la privatización de los servicios públicos como una forma de eficiencia, aunque en la práctica beneficia a las corporaciones y no a los ciudadanos.

En este sentido, el neoliberalismo no es un sistema que busque el bien común, sino uno que busca perpetuar un orden de poder. Para Forrester, este sistema no solo es injusto, sino que también es ineficiente, ya que genera inestabilidad, descontento y conflictos sociales que, en última instancia, ponen en riesgo la cohesión social.

La visión alternativa de Forrester frente al neoliberalismo

Viviane Forrester no solo critica el neoliberalismo, sino que también propone una visión alternativa basada en la justicia social, la igualdad y la solidaridad. Para ella, es necesario recuperar un modelo de sociedad que no se base en la competencia y el mercado, sino en la cooperación y el bien común. Este modelo implica una redefinición del rol del Estado, que no debe ser un mero regulador del mercado, sino un garante de los derechos sociales y de la cohesión social.

Forrester propone un sistema donde el acceso a la educación, la salud, la vivienda y el empleo sea universal y no dependa de la capacidad de pago. También defiende una economía que priorice la sostenibilidad, el bienestar colectivo y la protección del medio ambiente. En lugar de medir el éxito por el crecimiento del PIB, propone evaluarlo por el bienestar real de las personas.

En esta visión, el individuo no se reduce a un consumidor o un trabajador, sino que se reconoce como un ser social con necesidades, valores y derechos que deben ser respetados y protegidos. Para Forrester, esta visión no es utópica, sino necesaria para construir una sociedad más justa y sostenible.

El neoliberalismo y el fin de los derechos sociales

Uno de los efectos más visibles del neoliberalismo, según Forrester, es la erosión de los derechos sociales. A lo largo de las últimas décadas, muchos países han reducido sus sistemas de protección social, en nombre de la sostenibilidad y la eficiencia. Esta reducción no solo afecta a los más pobres, sino también a la clase media, que se ve obligada a depender cada vez más del mercado para cubrir sus necesidades básicas.

Forrester señala que esta erosión no es accidental, sino intencional. La lógica neoliberal sostiene que los derechos sociales son un costo que el Estado no puede asumir, y que deben ser transferidos al mercado. Esta transferencia, sin embargo, no solo aumenta la desigualdad, sino que también genera inseguridad y vulnerabilidad.

Además, Forrester critica cómo esta lógica normaliza la precariedad. En lugar de proteger a los trabajadores, el neoliberalismo promueve contratos flexibles, jornadas intermitentes y una falta de estabilidad. Esta precarización no solo afecta la vida económica, sino también la vida afectiva y social, ya que las personas no pueden planificar su futuro con certeza.

El significado del neoliberalismo según Forrester

Para Viviane Forrester, el neoliberalismo no es solo un sistema económico, sino una forma de gobierno que busca imponer una lógica de mercado a todas las esferas de la vida. Esta lógica se basa en tres principios fundamentales:

  • La competencia como valor supremo: El neoliberalismo promueve la competencia como el único criterio para valorar el mérito y la capacidad de las personas. Esta competencia no solo afecta al ámbito laboral, sino también a la educación, la salud y la cultura.
  • La privatización de los bienes comunes: El neoliberalismo defiende la privatización de los servicios públicos, en nombre de la eficiencia. Sin embargo, Forrester argumenta que esto no solo reduce la calidad de los servicios, sino que también limita el acceso de las personas más necesitadas.
  • La responsabilidad individual como único criterio de justicia: Según el neoliberalismo, cada persona es responsable de su propia suerte. Esta visión ignora las estructuras sociales que generan desigualdades y responsabiliza a los individuos por problemas que son sistémicos.

Estos principios, según Forrester, no solo son injustos, sino que también son ineficientes, ya que generan inseguridad, desigualdad y conflictos sociales. Para ella, es necesario rechazar esta lógica y construir un sistema basado en la solidaridad, la igualdad y el bien común.

¿Cuál es el origen del neoliberalismo según Forrester?

El neoliberalismo, según Viviane Forrester, tiene sus raíces en las teorías económicas del siglo XIX, especialmente en la obra de Adam Smith y David Ricardo. Sin embargo, no se consolidó como un sistema político hasta el siglo XX, cuando las crisis económicas y las guerras mundiales generaron un descontento con los modelos sociales existentes.

Forrester señala que el neoliberalismo se desarrolló como una reacción al Estado de Bienestar, que había surgido tras la Segunda Guerra Mundial. Este modelo, basado en la protección social y la intervención estatal, se vio cuestionado por las élites económicas, que veían en él una amenaza a su poder. Así, en los años 70, surgieron movimientos políticos y económicos que promovían la reducción del Estado y la liberalización del mercado.

En Francia, el neoliberalismo se impuso gradualmente a partir de los años 80, cuando el gobierno de François Mitterrand, inicialmente socialista, comenzó a implementar políticas de privatización y desregulación. Este giro, según Forrester, no fue un error, sino una consecuencia lógica de la presión de las élites económicas y de la ideología neoliberal dominante.

El neoliberalismo y la pérdida de sentido colectivo

Un aspecto profundamente analizado por Viviane Forrester es cómo el neoliberalismo afecta la noción de sentido colectivo. En sociedades anteriores, el sentido colectivo se basaba en valores como la justicia, la solidaridad y la reciprocidad. Sin embargo, bajo el modelo neoliberal, estos valores se ven erosionados por una lógica individualista y competitiva.

Forrester argumenta que el neoliberalismo promueve una visión del hombre como un ser solitario, cuyo único propósito es maximizar su beneficio personal. Esta visión no solo excluye a quienes no pueden competir, sino que también deshumaniza a los que sí lo pueden hacer, reduciendo su existencia a una lucha constante por sobrevivir en un mercado global.

Además, Forrester señala cómo esta lógica individualista afecta la vida afectiva y social. En una sociedad neoliberal, las relaciones personales se ven sometidas a la lógica del mercado, donde el amor, la amistad y la solidaridad se miden en términos de utilidad. Esta visión, a su juicio, lleva a una profunda alienación, donde las personas se sienten desconectadas de los demás y de sí mismas.

¿Qué consecuencias tiene el neoliberalismo según Forrester?

Según Viviane Forrester, el neoliberalismo tiene consecuencias profundas en todos los aspectos de la vida social y política. En primer lugar, genera una creciente desigualdad, no solo económica, sino también cultural y simbólica. En segundo lugar, erosiona los derechos sociales, dejando a las personas cada vez más expuestas a la precariedad. En tercer lugar, corrompe los valores democráticos, reduciendo la participación ciudadana a una elección entre opciones que reflejan la misma lógica neoliberal.

Además, Forrester señala que el neoliberalismo genera una crisis de sentido, donde las personas pierden su identidad colectiva y se ven obligadas a competir en un mercado global. Esta competencia no solo afecta a los trabajadores, sino también a los estudiantes, los ancianos, los padres y hasta los niños. Para Forrester, esta visión no es sostenible ni justa, y requiere una transformación radical de la sociedad.

Cómo usar el neoliberalismo según Viviane Forrester y ejemplos de uso

Para Viviane Forrester, el neoliberalismo no es un sistema que pueda ser usado de forma positiva, ya que, por su propia lógica, no promueve el bien común ni la justicia social. Sin embargo, es útil analizar cómo se ha utilizado históricamente para entender sus consecuencias y su impacto en la sociedad. Por ejemplo:

  • En el ámbito político, el neoliberalismo se ha utilizado para justificar la reducción del Estado de Bienestar y la privatización de los servicios públicos.
  • En el ámbito económico, se ha utilizado para promover la liberalización del comercio y la desregulación de los mercados financieros.
  • En el ámbito cultural, se ha utilizado para normalizar la competencia como valor supremo y para deslegitimar las formas de organización colectiva.

Estos usos, según Forrester, han tenido consecuencias negativas, no solo en términos económicos, sino también en términos sociales y éticos. Por eso, ella propone una crítica radical del neoliberalismo y una búsqueda de alternativas que prioricen la justicia, la igualdad y la solidaridad.

El neoliberalismo y el auge del populismo

Una consecuencia no esperada del neoliberalismo, según Viviane Forrester, es el auge del populismo. El neoliberalismo, al erosionar los derechos sociales y la cohesión social, genera descontento entre las capas populares. Este descontento, sin embargo, no se canaliza hacia un proyecto alternativo, sino que se convierte en una forma de resentimiento hacia las élites y las instituciones tradicionales.

Forrester señala que el populismo aprovecha este resentimiento para construir un discurso que promete la restauración de valores tradicionales y la protección de los nacionales frente a los extranjeros o los migrantes. Este discurso, aunque popular, no resuelve los problemas estructurales generados por el neoliberalismo, sino que los enmascara con promesas vacías y una visión simplista de la sociedad.

En este sentido, el neoliberalismo no solo es una causa de la crisis actual, sino también un factor que ha permitido el auge de movimientos políticos que, aunque se presentan como alternativas, perpetúan la lógica del mercado y la lógica de la competencia.

El neoliberalismo y la necesidad de un proyecto alternativo

Para Viviane Forrester, el neoliberalismo no es un sistema que pueda ser reformado, sino que requiere ser reemplazado por un proyecto alternativo. Este proyecto debe basarse en valores como la justicia social, la igualdad, la solidaridad y la sostenibilidad. Debe priorizar el bien común sobre el beneficio individual y reconocer la complejidad de la vida humana, que no puede reducirse a una lógica de mercado.

Forrester propone una redefinición del rol del Estado, que no debe ser un mero regulador del mercado, sino un garante de los derechos sociales. También propone una redefinición del rol del individuo, que no debe ser un consumidor o un trabajador, sino un ciudadano con derechos y obligaciones universales.

Este proyecto alternativo, aunque no es fácil de implementar, es necesario para construir una sociedad más justa y sostenible. Para Forrester, la única forma de superar el neoliberalismo es mediante una transformación radical de las estructuras sociales, económicas y políticas que lo sostienen.